En la actualidad, dijo, "están retrocediendo hacia la frontera con Turquía, país que suele proporcionarles protección".
Haddad subrayó que el principal resultado de los bombardeos rusos es que muchos extremistas depusieron las armas voluntariamente y capitularon.
“En uno de los casos unos 400 terroristas rindieron sus posiciones por miedo a ser aniquilados”, añadió el diplomático.
Otra base militar rusa en Siria
Haddad negó que Damasco ya hubiera pedido a Moscú instalar una base en Latakia.
"No hemos cursado tal petición pero esperamos que nuestros amigos rusos abran otra base en el territorio de Siria. Si le interesa mi opinión, quisiera que fuese mañana mismo, en cualquier región", comentó.
Resaltó además que la artillería y los misiles de alta precisión rusos son lo que más necesita actualmente el Ejército de Siria.
"Ante todo, la artillería y los misiles de precisión, los necesitamos porque queremos evitar víctimas civiles", dijo.
Haddad agregó que "también hay demanda de misiles capaces de destruir los túneles de los terroristas, que se encuentran a unos 10 metros bajo la tierra, así como toda clase de municiones".
Armas químicas en Siria e Irak
El embajador reafirmó que los terroristas que combaten contra el régimen de Asad adquirieron armas químicas "hace muchísimo tiempo y las usaron en Khan al Asal. También las usaron en Guta Oriental, a las afueras de Damasco".
"Nuestros servicios de inteligencia interceptaron las conversaciones de los terroristas, incluyendo cuando exigieron proporcionarles armas químicas y cuando transmitieron la información sobre los lugares dónde exactamente iban a usarlas, información que pasamos a nuestros amigos en Rusia", agregó.
Por lo tanto, según el diplomático, es erróneo plantear la cuestión si los terroristas tienen o no armas químicas.
"Las obtuvieron y usaron hace mucho tiempo, no solo en Siria sino también en Irak", concluyó.
El Ministerio de Defensa de Rusia destaca que los ataques de su aviación han afectado el sistema de abastecimiento de los extremistas y han dañado las infraestructuras que preparan a los terroristas suicidas.
Asimismo, remarca que se realizan con una "exactitud absoluta", lo que permite evitar víctimas entre la población civil y destrucciones de las infraestructuras civiles.