“Los grandes productores, con Arabia Saudí y Rusia a la cabeza, pueden tomar medidas para contener la inundación del mercado y la guerra de precios, aunque descarten por ahora recortes en la producción”, dijo a Sputnik Nóvosti el experto David Paravisini, del Centro de Estudios de Ciencias de la Energía en la Universidad Bolivariana de Venezuela.
En los mercados de futuros, por ejemplo, se transan cada día muchos más barriles de crudo “de papel” que los de petróleo real, físico, que consume el planeta en cada jornada.
El anuncio al despuntar octubre del ministro ruso de Energía, Alexander Novak, de que “Rusia está lista para reunirse con productores OPEP y no-OPEP para discutir la situación del mercado si esa reunión es convocada”, provocó movimientos al alza en los precios.
La respuesta en los mercados de Nueva York ha sido de un alza de hasta 5,7 por ciento, y el crudo West Texas Intermediate, marcador estadounidense, trepó este martes hasta 48,97 dólares por barril de 159 litros, desde niveles por debajo de los 46 dólares a finales de septiembre.
Badri dijo que la OPEP espera que una reunión técnica este mes pueda discutir la situación, y advirtió que la depresión de los precios a la mitad respecto del año pasado conlleva recortes en la inversión global en el negocio, que este año recibió 130.000 millones de dólares menos respecto de los 650.000 millones invertidos en 2014.
La OPEP, que produce un tercio de los 92 millones de barriles diarios que consume el mercado, está formada por Angola, Arabia Saudí, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.
Paravisini subrayó que “estamos en medio de una guerra de precios impulsada por Arabia Saudí y otros productores árabes más Nigeria, que han perdido un mercado de tres millones de barriles diarios en Estados Unidos (que consume en total 19 millones), ocupado por los productores domésticos de petróleo de esquisto”.
Pero “los altos costos para muchos de esos productores los lleva a pérdidas y esa es la apuesta de los saudíes y sus aliados, por lo que no les interesa bajar la producción”.
Esas combinaciones “hacen imposible una concertación sobre el mercado sin acuerdos entre Arabia Saudí y Rusia, a la vez gigantes en el abastecimiento del mercado y con estrategias contrarias a recortar la producción”, comentó el economista petrolero Rafael Quiroz, asesor del Banco Central en Caracas.
Venezuela y Ecuador, los socios latinoamericanos de la OPEP, han abogado por acuerdos para contener la producción y han multiplicado sus reuniones con otros exportadores de petróleo en busca de un nuevo acuerdo que reoriente el mercado en su favor.