El estado de salud del fallecido sexto rey saudita, Abdalá bin Abdelaziz, "se había deteriorado y no estaba en condiciones de ejercer el cargo debidamente", dijo Mazar al Shereida, 75 años, quien fue asesor petrolero del expresidente Hugo Chávez (1954-2013) para la II cumbre de la OPEP del 2000 en Caracas y la nacionalización petrolera de 2007.
Las funciones propias del Rey "las venía desempeñando desde hace más de un mes, con todas las facultades, su hermano", Salman bin Abdelaziz al-Saud, de 79 años, príncipe heredero", explica el autor, miembro además de la Comisión Presidencial nombrada por Chávez para diseñador la Ley de Hidrocarburos vigente.
La caída abrupta de los precios a casi la mitad desde mediados de 2014 a la fecha "tiene lógica", aseguró por vía telefónica Mazar al Shereida.
"Un precio de 100 dólares por barril fue irracional por alto e injustificado, porque el mundo no estaba ante una materia prima que se agotaba", explica el autor de varios libros sobre economía petrolera.
Al contrario, "las reservas petroleras en el mundo se iban incrementando, a pesar de la falacia de la teoría del "peak oil", inventada por EEUU", según la cual los países alcanzan un "pico" en su producción petrolera, a partir de la cual siguen derrumbes inevitables en su producción.
El estilo saudí
"La política petrolera del reino de Arabia Saudita no es del tipo presidencialista occidental, sino expresa el deseo de varios consejos de la familia real, pero con el involucramiento de tecnócratas que no pertenecen a la oligarquía saudita, sino que son expertos de alta preparación científica y tecnológica", explica el académico, nacido en Basora, Irak, en 1940.
Señala que "los mercados financieros pudieran experimentar ganancias, pero serán pasajeras, hasta que las nuevas autoridades sauditas reafirmen la continuación de su política petrolera" de mantener los suministros.
Debido a que en Arabia Saudita no existen instituciones autónomas como un parlamento, "surge en Occidente la falsa imagen de que se trata de una monarquía absoluta donde es el Rey quien fijaría todos los campos de las actividades del Estado", destacó el economista petrolero.
Es un retrato "muy injusto, porque estamos en América, donde el personalismo de los presidentes, y su uso del "Yo", es a veces muy superior al caso de las monarquías árabes".
La principal característica de la transición en el reino saudí es que "suele ser completamente ordenada, prevista en todos sus detalles, sobre todo cuando el monarca es de avanzada edad y su salud comienza resquebrajarse", dice Al Sherida.
Dilemas del vínculo histórico con EEUU
La vinculación de Arabia Saudita y EEUU, está marcada por desencuentros, como el embargo de los productores petroleros de los años 70, o la actual competencia saudita contra los "shale oil" estadounidenses, a los cuales quiere sacar del mercado a punta de bajos precios.
Desde la primera concesión de hidrocarburos en la península arábiga a principios del siglo XX y del éxito comercial petrolero en 1908, Gran Bretaña conservó el monopolio de esa región hasta los años 30, reseña Al Shereida
Pero la situación cambió con Abdelaziz bin Saud, primer rey de Arabia Saudita entronizado en 1932, quien fallece en 1953 después de la Segunda Guerra Mundial.
A partir de 1933 se descubren en tierras saudíes "yacimientos colosales de petróleo", en el comienzo de una explotación a gran escala tras la Segunda Guerra Mundial, cuando comienza a consolidarse el nexo estratégico con EEUU, que no ha estado ajeno a "desencuentros" como el actual, enfatiza.
La búsqueda de la autonomía energética por parte de EEUU "no es una sorpresa ni una conspiración; todo Estado está en su derecho soberano de buscar la autosuficiencia en cualquier campo de la vida pública y la economía", comienza por plantear Al Shereida.
"La autonomía energética basada en el gas y el crudo de rocas de esquisto o shale oil es la coronación de una estrategia iniciada por el presidente Richard Nixon hace cuatro décadas, con el nombre de Independence Project, asesorada por el ex jefe de la diplomacia estadounidense en la Guerra Fría, Henry Kissinger" subrayó Mazar al Shereida.
Pasaron cuatro décadas con precio petroleros tan bajos que no permitían la costosa explotación de las enormes reservas de gas y crudo de esquisto que tiene EEUU.
"Si hay algo maquiavélico en eso, es que EEUU, la Agencia Internacional de Energía AIE, las compañías petroleras del mundo y la OPEP coincidieron, no en un pacto secreto, sino en su interés porque el incremento de petróleo unió las voluntades", sentencia el veterano académico petrolero.
Es la tesis del más reciente libro de Al Shereida: la producción petrolera de EEUU se triplicaría en una década, hasta 2020, si los precios altos registrados de 2004 a 2014 se mantuvieran.
Pero a la vez, la defensa de precios altos permitirían "justificar y materializar grandes inversiones en fuentes de energía de elevados costos de extracción o industrialización en otros países".
Esas inversiones favorecerían también operaciones en el Golfo de México, el mar Caspio, Rusia, Brasil y África Occidental. Es el dilema del mundo actual.