El mismo rotativo informó recientemente que el centro antiterrorista de la CIA y el mando de operaciones especiales de las Fuerzas Armadas de EEUU llevan a cabo en Siria desde hace tiempo una operación secreta al margen de la coalición liderada por el propio Washington.
De ahí que el secretario de Estado, John Kerry, y el titular del Pentágono, Ashton Carter, reprocharan la víspera a Moscú que sus ataques aéreos en Siria tuvieran otros objetivos distintos al Estado Islámico, comenta Nezavisimaya.
Las fuentes que cita el periódico desconfían de las informaciones sobre el supuesto fracaso del programa de EEUU para entrenar a combatientes de la oposición moderada siria.
El principal objetivo de la CIA en Siria es la caída del régimen de Bashar Asad y no la lucha contra el EI, sostienen los interlocutores de Nezavisimaya.
Los casi 2.500 grupos armados suníes que con el apoyo discreto de EEUU, Turquía y las monarquías del Golfo combaten contra el Ejército regular sirio suman en sus filas cerca de 70.000 hombres, mientras que el EI tiene en Siria entre 25.000 y 30.000 combatientes, destacan.
Por el momento, los kurdos sirios no combaten contra Asad, pero esto podría cambiar muy pronto, puesto que hay comandos estadounidenses y británicos en las zonas kurdas y sus milicias reciben apoyo aéreo de la coalición internacional.
"De esta manera, en su operación contra el Estado Islámico, Rusia tendrá que enfrentarse a otros importantes problemas geopolíticos; a este respecto, no solo cabe esperar medidas puramente militares, sino otros pasos y actuaciones asimétricas que se utilizan en las guerras híbridas", concluye Nezavisimaya.