El problema podría surgir si una parte bombardea objetivos que la otra ve como "amigos o al menos no hostiles", agregó.
"Aun así, el riesgo de error parece mínimo en tanto exista un acuerdo político para evitar enfrentamientos con otras aeronaves en la lucha contra el EI, y se evite también la cuestión de la eliminación del Gobierno de Asad", explicó.
Según el experto, el único riesgo sería que las fuerzas de la coalición liderada por EEUU atacaran accidentalmente armamento ruso en tierra o que se produjera una eventual aproximación en el aire debido a la falta de control del tráfico aéreo.
Las consultas entre Moscú y Washington para coordinar sus actuaciones en Siria reducirán el riesgo de incidentes de este tipo "suponiendo que ambas partes intercambien información precisa", dijo.
"El principal riesgo es de carácter político y está relacionado con la percepción de si son apropiados o no los objetivos establecidos por cada parte", concluyó.
El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, anunció anoche que los militares de Rusia y EEUU establecerían próximamente contacto sobre Siria para evitar incidentes.
EEUU y sus aliados bombardean las posiciones del EI en el país árabe desde hace un año, sin contar con la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU ni coordinarlo con el Gobierno sirio.
El Derecho Internacional permite el uso de las fuerzas armadas en territorio de un país extranjero si está autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU, o si se trata de defensa legítima, o bien si hay una solicitud correspondiente por parte de las autoridades del país, como es el caso de la intervención rusa en Siria.