Las autoridades saudíes anunciaron que iban a decapitar al joven y a crucificarlo públicamente para exhibir su cuerpo, precisamente poco después de que Arabia Saudí —un país que en el 2015 ha ejecutado a más de cien personas- fuera elegida para liderar un grupo de trabajo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El condenado a muerte, Ali Mohamed al Nimr, se manifestó contra el gobierno saudí. Fue arrestado el 14 de febrero del 2012 por la policía secreta, que lo atropelló y le causó múltiples fracturas y otras heridas, según explicó el padre del chico.
Desde entonces ha estado encarcelado y ha sufrido torturas. El 27 de mayo del 2014, Al Nimr fue sentenciado a muerte por "haber participado en protestas contra el gobierno, llevar un arma y hacer uso de la violencia". Sus apelaciones fueron rechazadas.
Desde que su condena fue confirmada el pasado 23 de septiembre, Al Nimr espera que la ratifique el rey saudí, Salman. Si el monarca firma la sentencia, el chico será crucificado y decapitado.
Países como Francia y Gran Bretaña han solicitado al régimen de Riad que detenga esta atroz ejecución, pero a la vez, estos y otros países occidentales como EEUU o Alemania, mantienen estrechas relaciones con la monarquía saudí.
Arabia Saudita es uno de los países que registra un mayor récord de violaciones de los derechos humanos, especialmente en lo referido a juicios injustos, condenas a muerte, ejecuciones y represión de las mujeres.
Ali pertenece a la minoría musulmana chií de Arabia Saudí, que es mayoritariamente suní. El tío del joven es el famoso clérigo chií Nimr Baqr al Nimr, también arrestado y condenado a muerte.
La red de activistas Anonymous llevó a cabo un ataque cibernético masivo hace tres días contra el Gobierno saudí por la sentencia a muerte de Ali, que viola la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, ya que fue arrestado siendo menor.
En diversos mensajes difundidos en Youtube y Twitter, activistas de Anonymous dijeron haber atacado diferentes páginas web de instituciones saudí, entre ellas la del ministerio de Justicia. Diversas webs estuvieron fuera de servicio durante horas el domingo pasado.
Anonymous emitió un comunicado en el que advertía "al rey Salman y al Gobierno saudí: Un adolescente inocente fue sentenciado a muerte en Arabia Saudita y no nos quedaremos parados mirando".
"Los 13 jueces han aprobado la condena a muerte de Ali Mohamed al Nimr, lo que significa que solo el rey Salman tiene que aprobarla. No podemos permitir y no permitiremos que esto suceda", añadía la nota.