Lavrov agregó que las células del EI, que están en Libia, Afganistán y otros países, planean tomar La Meca, Medina y Jerusalén, así como extender sus actividades a Europa, incluida Rusia, Asia Central y el Sudeste Asiático.
“Los terroristas llevan a cabo ejecuciones masivas y represiones públicas amenazando la existencia de diferentes grupos étnicos y confesionales, incluyendo cristianos, kurdos y alauitas”, dijo el ministro.
Agregó que el EI cuenta con una "maquinaria profesional de propaganda en una docena de idiomas".
El EI proclamó un califato en las áreas tomadas y pretende ampliar su zona de influencia con células que actúan en Libia, Yemen y otras naciones de Oriente Medio y África del Norte.
Diversas ONG han denunciado que las minorías en las zonas ocupadas por el EI son objeto de ejecuciones, conversiones forzadas, secuestros, torturas y violencia sexual.