"Lo que se busca (con el TiSA) es generar quiebres geopolíticos" y en el caso de la región, "golpear al Mercosur (Mercado Común del Sur) donde más le duele, cuando el bloque no atraviesa su mejor momento", explicó Da Rocha.
El economista, integrante del Instituto Cuesta Duarte, centro de pensamiento de la central única de trabajadores PIT-CNT, señaló que el TiSA es un intento de EEUU de realizar tratados de libre comercio con nuevos países.
"Es una forma diferente para expresar sus intereses de liberalizar y desregular mercados", dijo Da Rocha, quien añadió que "no en vano", los países de América Latina que integran las negociaciones sobre el TiSA son aquellos que tienen un tratado de libre comercio con EEUU.
"Los servicios públicos no solamente tienen que estar en manos del Estado porque cumplen roles estratégicos, sino porque además tienen que estar fuera de la lógica del mercado", afirmó.
Las conversaciones del TiSA buscan la liberalización del comercio de servicios, desde las telecomunicaciones y el software hasta los servicios financieros, logísticos y de educación.
El Gobierno del presidente Tabaré Vázquez anunció el 7 de este mes que se retiraría de las negociaciones y ordenó a su canciller, Rodolfo Nin Novoa, que comunicara la decisión a los demás países negociadores.
La nueva ronda de conversaciones del TiSA comenzará este martes en Ginebra.
Los países que continúan en el acuerdo son Australia, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Hong Kong, Taiwán, Islandia, Israel, Japón, Liechtenstein, Mauricio, México, Nueva Zelanda, Noruega, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Corea del Sur, Suiza, Turquía y la Unión Europea.