"Seguimos preocupados (…) no sabemos cuáles son sus intenciones (de Rusia); no está claro qué es esta actividad militar y para qué se hace", dijo Kirby.
Precisó que Rusia ha tenido históricamente una presencia militar en Siria, pero ahora podría tener nuevas oportunidades en la región.
El representante del Departamento de Estado insistió en que el apoyo de Moscú al Gobierno del presidente sirio Bashar Asad conlleva el fortalecimiento del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Según Kirby, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, espera abordar la transformación política en Siria con Lavrov y el ministro de Exteriores saudí, Adel al Jubair, en la Asamblea General de la ONU que acoge en septiembre Nueva York.
"Se puede esperar que el secretario de Estado aproveche de la oportunidad para reunirse con el ministro Lavrov y el ministro Al Jubeir", señaló.
La portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, María Zajárova, había explicado que en Siria se encuentran especialistas militares rusos que ayudan a los sirios a familiarizarse con el material bélico que llega desde Rusia conforme a los contratos vigentes y al derecho internacional.
Washington aboga por la dimisión de Asad y se opone a prestarle cualquier ayuda, mientras que Moscú ha llamado reiteradamente a la coalición internacional a cooperar con las autoridades sirias para luchar contra el EI.