"(Kerry) dio una explicación muy extraña de que el apoyo a Bashar Asad en la lucha antiterrorista solo fortalecía las posiciones del EI, ya que en respuesta los promotores del EI iban a inyectar en esta estructura terrorista más armas, dinero y todo lo que necesiten para materializar sus fines perversos", ha aseverado Lavrov.
Esta lógica, sostuvo, no tiene pies ni cabeza y la calificó como "otro intento de complacer a los que utilizan a los terroristas en su lucha con los gobiernos incómodos".
"Es un error colosal", subrayó Lavrov.
Washington busca la dimisión del mandatario sirio, por ello se opone a cualquier tipo de asistencia a Damasco.
Desde marzo de 2011, Siria vive un conflicto armado que ha dejado más de 220.000 muertos, según estimaciones de la ONU.
Las tropas gubernamentales se enfrentan a distintas facciones armadas, entre ellos los terroristas del grupo Estado Islámico (EI) y del Frente al Nusra.