"Estoy en Alchevsk (Donbás) otra vez. He vuelto porque creo que merece la pena estar aquí y luchar por la gente del Donbás, para que puedan tener una vida feliz y en paz cuanto antes", señala Arroyo en una entrevista.
"Nos detuvieron y nos pusieron en libertad con cargos, pero el caso sigue abierto", afirma.
Sin embargo, antes de esperar por la "lenta justicia española", ha decidido volver a Donbás para ser "útil".
"Si quieren tomar medidas contra mí, que las tomen cuando vuelva a España", apunta el brigadista.
Arroyo asegura que seguirá en la unidad que estuvo anteriormente, en la 404 comunista dentro de la brigada Prizrak. "Hice muy buenos amigos y quiero estar con esa unidad hasta el final", asegura.
Los brigadistas españoles estaban acusados de participar en delitos de asesinato, tenencia de armas y explosivos y actos que atentan contra los intereses y la neutralidad del Reino de España en el exterior, según informó el Ministerio de Interior.
"Yo no me siento un asesino. Si hubiese hecho cosas terribles, no hubiese vuelto", afirma el joven.
Arroyo aprovecha la entrevista para enviar un mensaje a sus compañeros: "El intento de represión policial no nos puede parar".