El político griego escoge este momento para convocar los comicios porque "no puede continuar con un grupo parlamentario del que no tiene todo el apoyo", señala Albarracín.
Las negociaciones con el Eurogrupo y la Troika —formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- han provocado una gran división dentro del partido que ha llevado a Tsipras a dimitir como primer ministro y convocar elecciones anticipadas.
"Las encuestas hasta el momento hablan a su favor, pero son las elecciones las que hablarán por sí mismas: en su formación, Syriza, nos encontramos con una división importante, que se manifiesta especialmente a nivel de las bases, aunque es posible que formen una nueva organización para las elecciones", señaló el experto durante la entrevista con Sputnik Nóvosti a primera hora de esta mañana.
La creación de una nueva formación, Unidad Popular (Laike Enotika), este viernes, ha confirmado los pronósticos de Albarracín.
En un comunicado emitido esta mañana, la Plataforma de Izquierdas asegura que "contribuirá a la formación de un frente amplio, progresista, democrático y antimemorando que participará en las elecciones para imponer la cancelación de los memorandos (con los acreedores)".
Entre los miembros más conocidos de esta plataforma se encuentra el exministro de Energía, Panayotis Lafazanis.
Otra de las posibilidades que planteaba el economista es que la plataforma de izquierdas consiguiese hacerse con la dirección del partido antes de los comicios.
Sin embargo, aunque el todavía líder de Syriza gane los comicios, tendrá un escaso margen de maniobra para realizar políticas de izquierdas.
"El margen de maniobra para hacer una política de izquierdas es prácticamente nulo: si Tsipras va a gobernar respetando el acuerdo con el Eurogrupo, más allá de que él esté disconforme, nos encontraremos con que tendrá que hacer políticas convencionales y de austeridad", asegura el sociólogo.
El experto cree que el acuerdo "ata de pies y manos" al líder griego.
"Wolfgang Schäuble, el ministro alemán de finanzas, cuando plantea la última propuesta lo hace con el objetivo de que Grecia no la acepte, porque necesitaba una experiencia de un país fuera del euro para hacer un aviso a cualquier otro Estado que intente desobedecer", apunta el economista, que describe el acuerdo como "humillante y desmoralizante".