"Los delegados del Golfo, específicamente los sauditas, no tienen una voluntad de recortar. Arabia Saudita sigue firme en su estrategia de apostar a que la caída de precios termine expulsando a los productores que son marginales en el mercado, que son los que tienen mayores costos", explicó a esta agencia el experto petrolero venezolano Kenneth Ramírez.
"Además, hay una suerte de compás de espera para ver qué a va pasar con el impacto del acuerdo de Irán" con las potencias occidentales, que levantaría las sanciones económicas contra esa nación y le permitiría volver al mercado en el corto plazo, añadió este experto en geopolítica y petróleo, y presidente del privado Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el martes que estaba organizando una reunión especial de la OPEP más Rusia para frenar el desplome de los precios internacionales del crudo.
"Estamos evaluando la posibilidad de que se convoque al más alto nivel de la OPEP, y en coordinación con la Federación de Rusia, y el presidente Vladímir Putin, podamos avanzar en la toma de un conjunto de acciones para defender el mercado petrolero frente a esta nueva caída", dijo en su programa televisivo "En contacto con Maduro", reproducido en su página web oficial.
Argelia también había solicitado una reunión de emergencia del grupo para afrontar la caída de precios.
La canasta de crudos de la OPEP (integrada por Angola, Arabia Saudita, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar, y Venezuela) se cotizó el martes a 47,66 dólares, cuando a mediados de 2014 rondaba los 100 dólares el barril.
Pero la urgencia de Venezuela y Argelia no se percibe en las naciones del Golfo, que "tienen más pulmón", esto es, reservas financieras suficientes para aguantar unos años la caída de precios.
"El último reporte de reservas financieras de Arabia Saudita las sitúa en 648.000 millones de dólares, que supone una caída importante respecto del año pasado, producto de la guerra en Yemen, etcétera. Pero sigue teniendo un colchón financiero importante para aguantar unos años la caída y esperar a que esos productores de esquisto terminen de cerrar", explicó Ramírez.
El analista indicó además que el último informe del Departamento de Energía de Estados Unidos revelaba una disminución en los yacimientos de esquisto, mientras que en los próximos meses vencerán los acuerdos de cobertura que protegen a estos productores.
"Los bancos en general no van a renovar los préstamos, y eso puede hacer que la estrategia saudita funcione", señaló.
Con él coincidió el también experto petrolero venezolano Igor Hernández, del Instituto de Estudios Superiores de Administración de Caracas.
"Los intereses de Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos son muy distintos a los que pueden tener en este momento países como Venezuela y Argelia. No estoy tan seguro de que se pueda realizar una reunión por este tema, por el hecho de que más bien justamente hay algunos de la OPEP que están precipitando este resultado", dijo a Sputnik Nóvosti.
"Hay intereses muy distintos respecto a lo que está ocurriendo ahora, y cuando se considera el incremento en la producción de naciones como Arabia Saudita, pareciera que lo que está más bien haciendo ese país es presionando la estrategia que ya tenía desde hace algunos meses", añadió.
Aunque Maduro citó a su par ruso Putin como coincidente con la iniciativa de convocar la reunión de emergencia, los expertos consultados por Sputnik señalaron que Moscú no tiene en este momento interés en reducir su oferta.
"Hace poco se dio una reunión entre la OPEP y Rusia e intercambiaron opiniones, pero ninguno de los dos quiso hacer ningún tipo de acuerdo tendiente al recorte, con lo cual no hay clima ni en los países del Golfo ni tampoco en Rusia, que son los que tienen la capacidad de hacer algún recorte para apuntalar los precios", dijo Ramírez.
El martes la OPEP presentó su informe mensual con perspectivas bastante alentadoras, pronosticando un aumento de la demanda a corto plazo, y sin embargo los precios del crudo cayeron en esa misma jornada a sus niveles más bajos en seis años.
