Durante su estancia en Moscú, Al Jubeir mencionó la posibilidad de importar sistemas de misiles tácticos Iskander, pero fuentes consultadas por Kommersant en los organismos rusos de cooperación militar técnica consideran prematuro hablar de que Arabia Saudí sea el primer importador de estas armas.
Aunque el interés de Riad se ha cristalizado en una oferta concreta y está siendo estudiada en varios departamentos implicados, el asunto no ha llegado aún a las negociaciones previas a un contrato.
Para suministrar semejantes armas, se requiere habitualmente la aprobación personal de los máximos dignatarios, y las evidencias apuntan a que todavía no la hay.
Las discrepancias sobre la solución del conflicto en Siria y, en particular, el futuro del presidente Bashar Asad, según el periódico, son la principal piedra de tropiezo de la que dependerá en grado considerable el avance de los proyectos conjuntos de Moscú y Riad.
La cooperación ruso-saudí en materia militar técnica dista mucho de ser ideal, recuerda el rotativo.
Desde 2008 las partes han intentado acordar contratos por un importe total de más de 4.000 millones de dólares, en particular, para el suministro de hasta 250 vehículos de infantería, más de 100 carros de combate, unos 150 helicópteros y varias decenas de sistemas de misiles y cañones antiaéreos.
Ninguna de las transacciones potenciales se ha hecho realidad, por lo que Riad ha comprado material bélico en EEUU.