Tres sindicatos han confirmado ya su respaldo a la tercera acción de protesta en dos meses, que puede llevar a la práctica totalidad de los empleados de LU a renunciar a trabajar los próximos 25 y 27 de agosto.
Aún se aguarda la decisión de Aslef, representantes de los conductores de trenes subterráneos, que también secundaron las huelgas del pasado 8 de julio y el 5 de este mes
Este sindicato tiene previsto alargar el último pulso negociador con LU hasta el miércoles por lo menos, según confirmó su portavoz a Sputnik Novosti.
El principal medio de transporte público de la capital británica estuvo totalmente paralizado durante más de 24 horas en ambas ocasiones.
La disputa se deriva de la introducción de servicios nocturnos en seis líneas del metro durante los fines de semana.
La fecha anunciada por el alcalde de Londres, Boris Johnson, para el arranque de los trayectos ininterrumpidos, el próximo 12 de septiembre, parece imposible de cumplirse sin una oferta laboral y salarial satisfactoria para la plantilla.
Los líderes sindicales acusan a Johnson de negarse a negociar con ellos directamente y de presionar a LU para que no mejore su oferta, que el edil y diputado conservador, considera "justa y generosa".
"La gerencia de London Underground, bajo la dirección del alcalde Boris Johnson, continua parada en las cuestiones del equilibrio entre trabajo y calidad de vida, el recorte de empleo derivado de los nuevos turnos y el programa de seguridad previsto de entrar en vigor a partir del 12 de setiembre", señaló el sindicato RMT en un comunicado en su web.
A su vez, Unite alerta que LU "insiste en que la plantilla está contratada para trabajar 35 horas semanales en cualquier momento del día y la noche, un punto al que nos oponemos vehementemente".
Los sindicatos piden garantías firmes de que LU no forzará a sus afiliados a cubrir los turnos nocturnos en el futuro y advierten de que la seguridad del metro quedará comprometida si no se contrata más personal.
Johnson se niega a autorizar una mejora financiera, pero sin una resolución a la enconada disputa- la primera de gran calado desde la década de los noventa- su objetivo por garantizar a residentes y turistas transporte público rápido e ininterrumpido de viernes a domingo se verá seriamente malogrado.