El funcionario precisó que se trata de unas 450 personas, quienes además "acuden activamente al Consejo de Ministros pidiendo que les ayuden a obtener la nacionalidad rusa, así como un puesto de trabajo".
Según Balbek, los tártaros que retornan a Crimea se han desilusionado de las perspectivas flamantes que les prometía Kiev, pues allí descubrieron un país inestable, en el cual "en lugar de empleo ofrecen lemas, y en lugar de estabilidad, hay llamadas abiertas a la guerra en contra de su propio pueblo".
"Los tártaros crimeos han vuelto a su tierra natal, pues han visto cómo viven aquí sus compatriotas, y no quieren seguir permaneciendo en una Ucrania de los maidanes", señaló Balbek.
La península se separó de Ucrania y se incorporó a Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que más del 96% de los votantes avalaron esta opción.
Kiev no reconoció los resultados del mismo ni la adhesión de la península a Rusia.
La reintegración de Crimea al territorio ruso fue calificada de "anexión ilegal" también por los países occidentales, motivo por el cual EEUU y la UE aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia.