"No se trata solo de un fin de semana puntual, es un fenómeno semanal: en Alemania, cada semana hay ataques en asilos para refugiados por motivos racistas y ultraderechistas", dice.
Según Suso, estos ataques contra refugiados tienen motivos sociales profundos.
"En medio de un clima social en que las élites, triunfalistas, se ven a sí mismas como los capitanes de Europa, y en cambio la gran parte de la población sufre el estancamiento económico y la precariedad, se intensifican los discursos populistas y chovinistas en Alemania", y en esta situación "los migrantes y los refugiados son el objeto de todo el odio y el racismo, el chivo expiatorio", aclara.
"Muchos de estos refugiados llegan a Alemania atraídos por la imagen de país sin crisis, pero la realidad es bastante opuesta a esa imagen, pues Alemania también es víctima de la crisis", agrega.
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Este especialista en partidos y movimientos de extrema derecha en Europa cree que la extrema derecha está saliendo reforzada por la crisis.
Para Suso se trata de una tendencia "que podemos observar en toda Europa": "Los partidos de extrema derecha, con una imagen cambiada y moderada, reciben cientos de votos y condicionan los Gobiernos".
Con todo, destaca que una parte importante de la sociedad civil está reaccionando a estas agresiones.
"Por parte de los movimientos sociales y los grupos izquierdistas de oposición la respuesta ha sido una campaña de contra-movilización a favor de los refugiados y en contra del racismo: desde vigilancias de asilos para evitar ataques a campañas de sensibilización ciudadana en los pueblos, lugares de trabajo y escuelas", asevera.
"El Gobierno, por su parte, por un lado rechaza la violencia pero por el otro no hace nada para combatir el racismo, de hecho piensa en endurecer los trámites de asilo para las personas solicitantes", concluye Suso, para quien la crisis de refugiados en Europa ha generado "un debate vivo".