"El cambio climático es uno de los desafíos centrales del s.XXI", explicó Rousseff quien aseguró que "Brasil implementará políticas con vistas a la eliminación de la tala ilegal en 2030, la reducción de CO2 y repoblación de la masa forestal", en este sentido, la presidenta especificó que el país amazónico "restaurará 12 millones de hectáreas de bosque hasta 2030".
Además, la presidenta adelantó que Brasil pasará del 28% al 33% la producción total de energías renovables hasta 2030 y recordó que, desde 2005, el país consiguió reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 41% por un 10% de los Estados Unidos en el mismo periodo.
Obama, por su parte, aseguró que Brasil es "un poder global", y las negociaciones del G20 en París, en las que se discutirá el cambio climático necesitarán del "liderazgo" brasileño.
Un año antes, en septiembre de 2013, Teixeira había sido galardonada con el premio "Campeones de la Tierra 2013" otorgado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York y que la ministra brasileña agradeció considerando que "el premio reconoce y determina que hagamos más, porque la sociedad brasileña tiene condiciones de alcanzar el desarrollo sostenible más rápido que cualquier país del mundo".
La "Declaración de Nueva York sobre los bosques" acordó una reducción del 50% de la tala ilegal en 2020 y el fin total en 2030, además de una reducción anual de la emisión de dióxido de carbono (CO2) de entre 4.500 y 8.800 millones de toneladas, por lo que el anuncio de este martes de Rousseff la sitúa en la misma línea de los 30 países que firmaron la declaración el pasado septiembre.
Se espera que la protección de la Amazonia Legal (que comprende los estados brasileños de Acre, Amapá, Amazonas, Pará, Rondonia, Roraima, Tocantins y Mato Grosso) alcance el 100% de su superficie de 5.215.423 km² en 2015.
No obstante, el gasto en preservación del medio ambiente en el segundo mandato del expresidente Lula da Silva (2007-2011), que ascendió hasta un récord de 6.362 millones de reales, sufrió un fuerte descenso con la llegada de Rousseff, quien en todo su primer mandato (2011-2014) apenas invirtió 1.776 millones de reales en este sector, lo que ha suscitado en los últimos meses las críticas de sectores ecologistas que señalaron un reciente incremente de la actividad de tala ilegal en la Amazonia.