El pasado 10 de junio, activistas contra el proyecto agrupados en la Unión Brasileña de Estudiantes de Secundaria (UBES) y Unión Nacional de Estudiantes (UNE) provocaron diferentes altercados durante la votación del texto por la comisión especial del Congreso Nacional llegando a ser desalojados mediante el uso de spray de pimienta por la Policía Judicial.
Sin embargo, su derecho a estar presentes en la votación de este martes en la Cámara baja fue garantizada el pasado 22 de junio por la juez Cármen Lúcia, del Tribunal Supremo Federal aceptando que la Policía Judicial podría reducir el número de personas en la votación, por motivos de seguridad, pero que los estudiantes tenían idénticos derechos a estar presentes.
En este sentido, la Policía Militar de Brasília informó en la mañana de este martes que al menos 200 miembros de los sindicatos estudiantiles UNE y UBES, Amnistía Internacional y otras organizaciones pro derechos humanos, se reunieron en torno al Museo Nacional de la ciudad desde donde avanzarán hasta la Explanada de los Ministerios donde se unirán a decenas de activistas, que se encuentran acampados desde la noche del lunes, con el objetivo de protestar durante la votación desde el exterior del Congreso Nacional.
Dentro del Congreso, el Partido de los Trabajadores (PT) a pesar de ser el partido de gobierno su público será minoría frente a su teórico socio de gobierno, el PMDB, que además es el partido de Cunha, el que mayor número de diputados tiene en el Congreso y el que impulsó desde el principio un proyecto populista condenado públicamente como un "retroceso para Brasil" por la presidente de la República, Dilma Rousseff.