El fallo de los jueces confirma la "ilegalidad e injusticia estructural" del régimen vigente hasta la fecha, que permitía al ministerio del Interior detener a los solicitantes de asilo mientras evaluaba su caso por la vía acelerada.
Bajo el llamado proceso de "Detención por Vía Acelerada", el presunto refugiado disponía generalmente de 24 horas para presentar y defender su caso ante los oficiales de inmigración.
El solicitante era recluido inmediatamente en un centro de detención de migrantes y su abogado de oficio debía arreglarse en ese breve espacio de tiempo para conocer a fondo su situación, compilar pruebas y traducir al inglés los documentos pertinentes.
El 90% de solicitudes eran rechazadas, en la mayoría de instancias sin perspectivas reales de apelar la decisión, según denuncia la ONG en libertades civiles y derechos humanos, Liberty.
El director de la organización, Jerome Phelps, celebró la victoria contra el ministerio del Interior sobre un proceso que "es tan injusto que es ilícito".
"Es una desgracia que se hayan necesitado tantas resoluciones judiciales para finalmente suspender un proceso profundamente fallido. Las personas que huyen de la guerra y la persecución se merecen algo mejor de la Justicia británica", denunció hoy el responsable de Detention Action.
La reclusión de los solicitantes de asilo será todavía posible, pero todos ellos tendrán al menos la posibilidad de pedir la libertad provisional mientras se decida su caso.