La nueva agenda de la Comisión Europea contempla la distribución de 20.000 solicitantes de asilo entre los países miembros y un aumento de la ayuda global de 50 millones de euros.
La ministra del Interior, Theresa May, advirtió esta mañana que Londres rechazará la imposición de cuotas de recolocación porque, según dijo a los medios británicos, esta iniciativa "solo actuará cono factor de atracción a través del Mediterráneo y animará a más gente a poner sus vidas en peligro".
"No se trata de juegos políticos, números o Bruselas diciéndonos lo que debemos hacer, se trata de personas desesperadas cuyas vidas dependen en nuestro Gobierno, que debería actuar con compasión y humanidad", denunció hoy Anna Mugrave, del Consejo de refugiados.
La ONG británica reconoce que Reino Unido no está "inmediatamente sujeto" al programa de la UE pero insta al Ejecutivo de Cameron a participar "voluntariamente para proteger a las más vulnerables personas que llegan a las puertas de Europa buscando refugio desesperadamente".
"El primer ministro tiene ante sí una elección simple pero histórica: ¿decidirá ofrecer salvavidas a las personas más vulnerables del mundo o pondrá en peligro la orgullosa tradición de Reino Unido de proteger refugiados", retó Mugrave.
La ministra May defiende en cambio una acción coordinada para desmantelar las redes de traficantes humanos que operan en Libia y otros territorios del norte de Africa.
Esta postura, según resaltó hoy el reputado Consejo de Refugiados, "ignora totalmente las razones subyacentes que fuerzan a hombres, mujeres y niños a emprender viajes tan peligrosos: la hostil política de inmigración".
"La creación de rutas seguras es la única vía creíble para arruinar el negocio de los contrabandistas de migrantes", alerta el Consejo.
La ONG británica denuncia que el Gobierno de Londres justo ha admitido 143 refugiados sirios desde que comenzó el conflicto en 2011 y el año pasado concedió asilo a 1.301 víctimas del mismo país que llegaron por su cuenta a Reino Unido.
Estas cifras "deplorables" se repiten en el programa de acogida de la ONU, con Londres dando cobijo únicamente a 630 refugiados cada año.