Según el economista ucraniano, "debe realizarse el encuentro trilateral de Ucrania, el FMI y los acreedores, donde se presentará la nueva propuesta de reestructuración de las deudas externas, la cual, por cierto, no se distingue mucho de la anterior".
"Ucrania, alegando las nuevas previsiones, cada vez más catastróficas, sobre el estado de su economía, solicita una reducción considerable del importe principal de la deuda, la extensión del período de pago y el cambio de la tasa de intereses, lo cual representa la última oportunidad", afirmó.
Anteriormente Ucrania, en el marco del plano de pago de la deuda, solicitó a los acreedores condonar el 40% de la deuda y aceptar nuevos bonos, vinculados a los futuros indicadores económicos.
Este jueves en comentarios a los periodistas, Yaresko no descartó un impago de la deuda estatal en julio.
Arbúzov señaló que en caso de default inevitablemente cundirá el pánico en el país, Ucrania se enfrentará a una devaluación incontrolada de la grivna, lo cual atizará la inflación.
Debido a esto, las propiedades estatales de Ucrania, según Arbúzov, podrían ser arrestadas por demanda de los acreedores, los mercados del capital internacional se cerrarían para Ucrania, lo cual hundiría al país en una depresión económica y social prolongada.
"Pero como ha demostrado el último año y medio, las autoridades no están en condiciones de actuar con efectividad en situaciones de crisis, y eso significa que no podrán reaccionar adecuadamente ante los riesgos que surgen, los cuales, además, pueden fácilmente incrementarse debido a la inevitable crisis política y la no descartable renuncia del Gobierno", reflexionó.
En ese caso, según el economista, las autoridades establecerán una moratoria a la extracción de los ahorros y limitaciones al movimiento del capital, lo cual golpeará a la población y el negocio.