Según Ferrand, quien es también miembro de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo, el impacto del embargo alimentario ruso sobre la agricultura francesa ronda los 1.000 millones de euros y pone en peligro sectores enteros como leche, frutas, hortalizas y carne.
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"Las sanciones crean grandes dificultades para los agricultores cuando ya estamos atravesando una importante crisis económica (…) el cierre del mercado ruso tiene para nosotros muy graves consecuencias, especialmente para la carne porcina y las hortalizas", agregó el eurodiputado.
En cuanto a la decisión de Bruselas de prorrogar las sanciones a Rusia hasta el 31 de enero de 2016, que fue anunciada el lunes y entró en vigor este martes, Ferrand opina que esta medida solo agravará la crisis de la agricultura francesa.
"Las frutas y las hortalizas que habrían debido ser suministradas a Rusia irán al mercado europeo ya muy saturado, lo que creará una superproducción y, como consecuencia, una importante baja de precios; los empleos en cientos de ramas (agrícolas) serán amenazadas por este boicot ruso", aclaró.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la crisis en Ucrania y tras la adhesión de Crimea a Rusia en marzo de 2014, que los países occidentales califican de "anexión ilegal".
EEUU y la UE aprobaron varios paquetes de sanciones contra Moscú, a los que Rusia respondió con un embargo de algunas importaciones alimentarias de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.