"Estas circunstancias no son las idóneas para el despunte de comercio entre nuestros países" y "es muy probable que se mantenga la reducción de importaciones y exportaciones", dijo a Sputnik Nóvosti.
El saldo de relación "sigue siendo muy positivo, pero si sólo tenemos en cuenta el último año, se registró un descenso significativo y palpable en todos los ámbitos comerciales", puntualiza.
La portavoz de la Cámara de Comercio admite también que "hay ciertos sectores de la economía nacional rusa que requieren de productos importados para seguir su desarrollo, mantenimiento periódico o funcionamiento normal y debido a las sanciones de la UE y las contrasanciones de Rusia se han congelado muchos proyectos industriales".
Hasta el año pasado, España cubría el 1,5% del mercado de importaciones de porcino fresco y el 8% de porcino congelado a Rusia, del total del 60% del mercado que abastecían los países de la UE.
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En el sector de fruta y verdura "España sufrió una drástica disminución de compras por parte de Rusia, aunque salió mejor parada que Polonia, por dar un ejemplo, que sólo en el segmento de manzanas se calcula que perdió unos 3.000 millones de euros en el último año" explica Sergeeva a esta agencia.
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Hace cuatro días, Andrés Góngora, responsable nacional de frutas y hortalizas de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), reconocía a Sputnik que "no hay mercados agrícolas alternativos para compensar al ruso".
"Pero en importaciones indirectas", sobre todo vía Holanda o Polonia, el gran administrador de productos agroalimentarios a Rusia hasta el veto, se ha perdido tanto que "el sector está roto" reconoció Góngora a esta agencia.
Es pronto para saber si el turismo ruso en España repuntará
Es muy pronto para sacar conclusiones sobre si habrá un repunte del turismo procedente de Rusia a España, después de que en 2013 Rusia se convirtiera en el tercer país de origen de turistas para España, explica Sergeeva.
"España no ha perdido su encanto, sigue siendo una potencia turística de referencia y una temporada no muy buena no es motivo suficiente para denominarlo tendencia", dice en referencia al bajón que se vivió el año pasado como consecuencia de las sanciones europeas.
Grandes bloques reservados por turoperadores rusos quedaron en descubierto y se declararon en bancarrota 6 de los 10 grandes turoperadores de mayor trayectoria", señala Sergeeva.
Las agencias de viaje "más pequeñas sufrieron una reducción de facturación entre el 30 y 40%".
Este año, "el problema está en que el euro sigue muy caro y el rublo ha devaluado la cuarta parte", afirma la portavoz de la Cámara de Comercio.
"Si el año pasado un ruso de promedio desembolsaba alrededor de 100 euros diarios por persona en gastos extra (restaurantes, bares, excursiones, ocio, compras), ahora sólo tendrá 75€ para este gasto… y esto se nota en comercios, museos, parques de atracción, desplazamientos, pernoctaciones", explica a esta agencia Sergeeva.
En 2014, a la "oleada del repentino patriotismo ruso que hizo desistir a algunos ciudadanos de su intención de salir a Europa, se sumó una clara tendencia de remontada en los precios en toda la infraestructura turística española", explica la especialista sobre la disminución del número de turistas rusos.
"Suponemos que no se puede esperar una mejora de perspectivas con un cuadro socio-político que empeora por momentos", explica.
Si el año 2014 cerró con un 30% de reducción global de importaciones procedentes de la Unión Europea, 2015 se presenta con una tendencia de descenso más pronunciado, ya que "los frutos" de las mutuas sanciones, europeas y rusas, "del año pasado surtieron efecto a partir de junio y especialmente a partir de agosto, lo que representó como mucho medio año, mientras que el 2015 transcurre íntegramente bajo su signo".
"Si estas condiciones de comercio persisten, España, igual que toda la Unión Europea, tendrá menos comercio con Rusia y Rusia, por su parte, tendrá menos productos europeos en sus tiendas".
A nadie "le gustan pronósticos alarmistas", concluye Sergeeva.