De esta manera, el cálculo 85/95, que establecía la suma de los años cotizados (con un mínimo de 30 años) a la edad del trabajador como requisito para acceder a la jubilación, con 85 años en el caso de las mujeres y 95 de los hombres, será gradualmente ampliada en los años 2017, 2019, 2021 y 2022 hasta alcanzar la definitiva regla 90/100.
"El concepto de las jubilaciones no puede ser estático (…) queremos que el cálculo sea dinámico, que consiga evolucionar en el tiempo observando la mayor expectativa de vida y la transición demográfica", declaró Gabas.
El ministro de Planeamiento, Nelson Barbosa, señaló que "ahora la gente sabe exactamente como evolucionarán las pensiones hasta 2022".
Según las explicaciones de los ministros, la medida resultará mucho más beneficiosa que el proyecto aprobado por el Congreso Nacional, que pretendía mantener la regla 85/95 fija en el tiempo a cambio de efectuar una rebaja en el valor de las pensiones del país.
Esta medida levantó las iras de las principales centrales sindicales de Brasil en un momento en el que la inflación alcanza el 8,79%, por lo que el veto de Rousseff y la aprobación de la MP 676 podría ser entendido como una solución momentánea aunque "con efectos que se acumularán en el medio plazo", como recalcó el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, y que aliviará los problemas de las arcas públicas de Brasil.