Solamente en lo que va de 2015 la inflación brasileña habría acumulado una subida del 5,34%.
De continuar la tendencia, advierten los expertos, el índice podría ser comparable al de 2003, año de la llegada al Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), cuando la inflación alcanzó el 9,3%.
Según la versión del Gobierno, la inflación sería "episódica" y vendría dada por el alta en el sector energético (factura de la luz y combustibles), debido a la particular situación de sequía que afecta a la producción de las hidroeléctricas, y al aumento del precio de los carburantes para compensar el descenso del precio del petróleo en los mercados internacionales.
De confirmarse, el nivel de inflación estaría más de un 2% por encima del límite fijado para 2015 del 6,5%, es decir, el máximo permitido por el sistema brasileño, que establece por ley que la inflación no debe superar el 4,5%, aunque permite una flexibilidad de dos puntos porcentuales (2,5%-6,5%).
En cuanto a las previsiones para 2016, la inflación se mantiene estable, en el 5,5%.
El descenso del 1,35% del PIB brasileño en 2015 ha sido para muchos economistas el dato destacado de la jornada, ya que sería el peor dato de crecimiento de la mayor economía de Latinoamérica desde 1990.