El TTIP permite, entre otros, que las multinacionales puedan demandar a los Estados soberanos por realizar cambios legislativos que perjudiquen sus beneficios actuales o futuros.
Estas demandas serían estudiadas en el ISDS, fuera de la justicia nacional.
Éste es uno de los puntos mas polémicos de un tratado que se negocia en secreto y en el que los Gobiernos negocian directamente con las grandes empresas y grupos de presión.
Izquierda Unitaria y el grupo de los Verdes denunciaron que los socialistas cambiaron su pretensión inicial, que incluía una llamada expresa a imponer un sistema que no implicase "el uso del arbitraje privado del ISDS".
La frase fue eliminada finalmente en el borrador que se aprobó.
Una semana después, el grupo socialista exige que el informe incluya que los problemas entre los Gobiernos y los inversores se resuelvan "sin uso" de ese tribunal.
Paralelamente, piden también que se establezca en el informe que la creación de un tribunal internacional dirigido por jueces profesionales "es", y no "podría ser" como se aprobó el 28 de mayo, el método más recomendable para resolver los contenciosos.
Los socialistas españoles avanzaron hoy que votarán en contra del borrador si no se incluye al menos una de estas dos condiciones.
El grupo socialdemócrata europeo se reúne mañana martes para decidir el sentido de su voto.
"Queremos que haya un informe del Parlamento Europeo sobre el TTIP porque solo así condicionamos al equipo negociador", aseguró García.
La votación de este miércoles en el Parlamento Europeo no es vinculante, pero sí puede tener un alto valor simbólico ya que cualquier acuerdo final necesita la aprobación de los eurodiputados.