"Las informaciones que conocemos sobre las negociaciones nos dicen que afectará de manera directa a la democracia, a la soberanía popular y al Estado de bienestar", explica a Sputnik Nóvosti la primera edil de Rubí.
Esta localidad catalana aprobó una moción en el Ayuntamiento, con la abstención de los conservadores pero sin ningún voto en contra, para que este municipio del área metropolitana de Barcelona esté libre del TTIP.
"Intentaremos evitar que este Tratado se aplique en Rubí y queremos hacer llegar nuestra voz al Gobierno de España y a los de la Unión Europea", explica la alcaldesa Carmen García Lores.
La alcaldesa se muestra disconforme con el contenido y con las formas en las que el TTIP se está negociando y denuncia que todavía hay muchas cosas que no se conocen porque no han salido a la luz.
"Me parece indecente que esto se negocie con tanto secretismo, tiene que ser un proceso democrático", afirma García Lores.
Con esta iniciativa, a la que se han sumado 29 ayuntamientos españoles, quieren movilizar a la ciudadanía y presionar a los candidatos a las elecciones municipales, convocadas para este 24 de mayo, para que se posicionen sobre este tema.
Hoy celebran un acto en Madrid, en el que participará García Lores y varios representantes políticos de izquierda, otros alcaldes españoles y primeros ediles europeos que se han adherido a la declaración, para presentar su plataforma.
Con la llegada del TTIP "los ayuntamientos perderán toda capacidad para gestionar, por ejemplo, las contrataciones públicas o las regulaciones medioambientales".
Por eso en Europa "ya hay cientos de municipios que se han declarado contrarios al tratado", se explica desde esta plataforma, que intenta que cada vez más municipios españoles se sumen a la iniciativa.
En Alemania ya se han sumado 10.000 municipios; en Austria, más de 250 y en Francia más de cien.
Según la alcaldesa de Rubí, a medida que se revela más información sobre lo que implicaría el TTIP, "más municipios se unen a la lista".
"Todavía no hay conocimiento de la gravedad de este Tratado, por eso hay tan pocos ayuntamientos que se han sumado a la iniciativa en España, pero tengo la certeza de que se irán sumando cada vez más", avanza García Lores.
Según la socialista, el TTIP va "en línea" con las políticas del conservador Partido Popular (PP). "El objetivo es fomentar la economía de las grandes empresas contra unos servicios públicos universales, de calidad y gestionados por las administraciones democráticas".
"Las grandes empresas quieren gestionar todos los recursos, desde guarderías hasta la atención a los mayores, el objetivo de este Tratado es privatizar servicios de cultura, deporte, residuos, agua, saneamiento, transporte o la educación no reglada, entre otras muchas cosas", explica a esta agencia.
Estos recursos afectan directamente a todo el municipio y a los servicios públicos.
"Nosotros pretendemos que sean universales para que no haya dos tipos de ciudadanía y el TTIP apuesta por todo lo contrario", afirma.
Según García Lores, a partir de la crisis económica, muchos municipios han empezado a "repensar el sistema" y a analizar posibilidades como renacionalizar servicios esenciales para la ciudadanía, tales como el agua y la energía, para iniciar un camino hacia una economía más social.
Sin embargo, la piedra en ese camino sería el TTIP si finalmente se aprueba.
"Pondrá en riesgo el presente y las posibilidades de futuro", sentencia la alcaldesa de Rubí.