"Seguimos reforzando la oposición moderada", dijo el líder del país norteamericano durante una conferencia en su residencia de Camp David al comentar los resultados de su encuentro con sus homólogos del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG).
El mandatario subrayó que, para Washington, el presidente sirio, Bashar Asad, "no forma parte del futuro político de Siria".
"Estamos trabajando con la comunidad internacional para que Siria no use armas químicas y para que la comunidad internacional participe en ello", señaló.
Desde marzo de 2011, Siria vive un conflicto armado en el que han muerto más de 220.000 personas, en su mayoría civiles, mientras otros cientos de miles de habitantes se han visto obligados a abandonar sus hogares y han nutrido las filas de desplazados, según las estimaciones de la ONU.
Las tropas gubernamentales sirias se enfrentan a distintos grupos armados, incluido el yihadista Estado Islámico que se ha hecho con el control de vastas zonas de Irak y Siria, donde proclamó un califato.