Tras reunirse este miércoles con el canciller ruso, Serguéi Lavrov, Hariri dijo que "fue un encuentro fructífero, en el que se debatió la situación en el Líbano y los desafíos que afronta el país, en particular la elección del presidente y la violencia fronteriza".
El ex primer ministro ha recordado que Moscú y Beirut mantienen una posición unánime respecto a la lucha antiterrorista y también ha subrayado la necesidad de buscar una solución al conflicto sirio, señalando que "han surgido muchas ideas nuevas".
Además ha dicho confiar en que logrará debatir en detalle con el mandatario ruso, Vladímir Putin, la elección del presidente del Líbano.
El Parlamento libanés acaba de fracasar en la 23º ocasión en la elección del presidente del país, un nuevo intento se emprenderá el 3 de junio.
El Legislativo está dividido casi por la mitad en los bloques, uno prooccidental y otro prosirio.
La crisis que empezó el 25 de mayo de 2014 terminó con el mandato del anterior jefe de Estado, Michel Suleiman.
Según la Constitución del Líbano, solo un católico maronita elegido por el Parlamento puede asumir la presidencia del país.
Los adeptos a esta religión constituyen el 25% de la población del país.