El grupo terrorista más sanguinario de la historia de España anunció en 2011 el cese definitivo de su actividad armada.
En un comunicado que avanzaron el jueves los diarios Gara y Naiz y que publicarán íntegramente el viernes, la banda rechaza totalmente la propuesta del presidente vasco, Iñigo Urkullu, de diciembre pasado porque se basa en un esquema de "vencedores y vencidos".
En el documento se critica al Gobierno vasco y se le reprocha sus intentos de "dañar el proceso en marcha" en Euskadi y sus ataques a la izquierda secesionista.
La banda lamenta el ninguneo del Gobierno regional al último anuncio de la Comisión Internacional de Verificación, que el 21 de diciembre pasado compareció públicamente para certificar que la banda "mantenía su compromiso de dejar fuera de uso operativo su armamento".
El Gobierno de Vitoria hizo caso omiso a este anuncio y propuso a cambio un desarme "rápido, viable y efectivo" mediante un gesto unilateral de ETA y un proceso con cobertura social, internacional e institucional.
El grupo independentista Bildu, por su parte, propone también una fórmula que incluye excarcelar a los presos que asuman el daño que han causado.