Sin embargo, continuó, es inadmisible que en el control en el este de Ucrania participe una misión de paz de la ONU ya que los acuerdos de Minsk "estipulan solo la presencia de la OSCE".
Pushilin denunció "infracciones flagrantes" de los acuerdos de Minsk, entre las que destacó el rechazo por Kiev de realizar una reforma constitucional.
"Todas las modificaciones de la Constitución (introducidas por Kiev) no cumplen la cláusula correspondiente (de los acuerdos de Minsk), puesto que no han sido acordadas con nosotros y por lo tanto, no las reconoceremos", alertó al exhortar a "entablar el diálogo sobre las modalidades de las elecciones locales".
"La maquinaria ucraniana permanece por distintas razones en las posiciones de combate, pero está camuflada; lo hemos comunicado a la OSCE", señaló.
Agregó que las campañas de movilización y el traslado del material bélico hacia la línea de separación evidencian que "Kiev sigue priorizando la solución militar del conflicto".
Pushilin aseguró que las milicias de Donetsk "intentarán promover una solución pacífica hasta donde puedan", pero advirtió que "no descartamos vernos obligados a volver a desplegar las armas ya que la población está descontenta y exige cambiar la situación".
El representante de las milicias subrayó que, por su parte, la RPD concluyó antes del plazo la retirada de los equipos pesados y "continúa liberando a los prisioneros ucranianos de forma unilateral".
Denunció además que batallones no controlados por Kiev, en particular, Pravi Sektor y Azov que lanzan ataques desde las dos principales zonas de tensión en Donbás —el aeropuerto de Donetsk y la localidad de Shirókino- y a veces los milicianos están obligados a reaccionar.
"Esperamos que Europa haga presión sobre Kiev para que vuelva al arreglo pacífico del conflicto; la fecha de la videoconferencia (del Grupo de Contacto para Ucrania) sigue sin fijar", concluyó Pushilin.