"El camino pala lograr la paz será extremadamente difícil, también en lo que respecta a la realización de los acuerdos de Minsk", dijo la víspera el canciller ucraniano en un programa televisivo.
El ministro destacó los logros alcanzados en esa esfera y expresó su seguridad de que la situación en el este del país puede ser resuelta mediante negociaciones.
"Debemos seguir de verdad el camino que lleva a la pacificación, obligar a aquellos que permanecen actualmente en Donetsk y Lugansk a cursar el camino de la paz, a permitir el control de la comunidad internacional y a comenzar el proceso político", dijo.
Klimkin subrayó la necesidad de organizar unos "verdaderos" comicios en Donbás, "libres y honestos", que se lleven a cabo " bajo el control" de inspectores internacionales.
El titular de Exteriores de Ucrania subrayó que a su país "nadie podrá obligarlo a capitular", y destacó el apoyo que le fue brindado por sus homólogos de Francia y Alemania en los encuentros entre cancilleres dedicados a la situación en Donbás.
"Como todos comprenden perfectamente, para nosotros resultan cruciales hoy por hoy los valores y principios europeos, y no se trata de un simple juego de palabras, estamos dispuestos a sacrificarnos por ellos", aseguró el ministro.
Las autoridades de Kiev iniciaron en abril del año pasado una operación especial contra los habitantes del este del país, descontentos por el cambio de poder ocurrido en la capital en febrero de 2014.
Según los últimos datos de la ONU, unas 6.000 personas perecieron a causa del conflicto, lo que provocó además el desplazamiento de cientos de miles de habitantes.
Aunque los recientes acuerdos de Minsk han permitido frenar los combates a gran escala y crear una zona de seguridad en el este de Ucrania, tanto Kiev como las milicias de Donbás se acusan regularmente de violar el armisticio.
