La víspera Gauck calificó de genocidio los crímenes cometidos durante la deportación de los armenios y otras etnias del Imperio otomano y subrayó que Alemania también estuvo involucrada en la masacre.
"La declaración del presidente de Alemania, Joachim Gauck, es importante no solo desde el punto de vista del reconocimiento y la condena del genocidio a nivel mundial sino que representa también un aporte preciso a los esfuerzos de la comunidad internacional para prevenir genocidios y crímenes de lesa humanidad", indica el comunicado del ministro armenio.
Además, el presidente del Bundestag (Parlamento de Alemania), Norbert Lammert, calificó de genocidio la matanza de más de 1,5 millones de armenios en el Imperio otomano hace cien años.
"Lo que pasó a mediados de la Primera Guerra Mundial en el Imperio otomano, para la comunidad internacional fue un genocidio", dijo interviniendo en el Parlamento.
A finales del siglo XIX y comienzos del XX, el Imperio otomano persiguió a los armenios.
Las persecuciones alcanzaron su punto culminante en 1915 cuando fueron asesinados unos 1,5 millones de armenios.
Turquía rechaza la calificación de la masacre del genocidio afirmando que la tragedia de 1915 afectó tanto a los armenios como a los turcos y reacciona con nerviosismo a las exigencias del reconocimiento internacional del genocidio armenio.
La Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso) emitió en 1995 la disposición "De la condena del genocidio del pueblo armenio cometido de 1915 a 1922 en su patria histórica, Armenia Occidental".
Hasta ahora han reconocido el genocidio armenio casi 25 países.
En América Latina, además de Uruguay lo reconocieron también Argentina, Venezuela, Chile y Bolivia.