Según el rotativo, esta visita es un indicio de los éxitos de la política exterior rusa en dirección a Armenia, puesto que se lograron revertir las consecuencias negativas a consecuencia de la tragedia de Gyumri, conservando de ese modo las buenas relaciones con un aliado tradicional, a la vez que mejoraron considerablemente las relaciones con Turquía.
Gazeta.ru, en ese sentido, señala que Moscú en ese sentido se encuentra en una situación más ventajosa que EEUU.
En las actividades de conmemoración del centenario del genocidio armenios estarán presentes los líderes de varios países del bloque postsoviético, así como el presidente de Francia, Françóis Hollande, en representación del país donde radica la mayor diáspora armenia.
El asesinato masivo de armenios, declarados por el Imperio Otomano traidores, tuvo lugar en 1915.
Los historiadores afirman que más de millón y medio de personas fueron víctimas de los nacionalistas turcos.
El Gobierno turco considera estas muertes como consecuencia de la guerra civil y no de una política dirigida por el Estado.
El politólogo Alexei Malashenko, del Centro Carnegie de Moscú, confesó a Gazeta.ru que no creía hasta el último momento que Putin viajase a Ereván, poniendo en peligro las relaciones turco-rusas.
Malashenko considera que Putin trabaja para mantener a Armenia en la órbita de la Unión Euroasiática, ya que el presidente del país, Serzh Sargsián, está indeciso al respecto.
Al igual que en otros países del espacio postsoviético, una parte de la sociedad en Armenia defiende las relaciones tradicionales con Rusia mientras la otra mira a Occidente.
Tras los sucesos en Gyumri se expresaron incluso temores de un Maidán en Armenia, sin embargo, la situación se ha calmado.
"Para Putin, la Unión Euroasiática y Armenia son más importantes que Turquía; él espera que los turcos reaccionen a su viaje con comprensión, aunque en el entorno de Erdogán habrá quien le critiquen", declaró Malashenko a Gazeta.ru.
En ese sentido, según el politólogo, Putin comparte la visión occidental, que ha admitido el genocidio otomano y no hace concesiones a Ankara.