"Es un enfrentamiento que viene ya desde la época de José María Aznar y Hugo Chávez, que al principio fueron amigos y luego se enfrentaron", explica Laura Tedesco, investigadora asociada de la Fundación Fride y profesora en la Saint Louis University de Madrid, a esta agencia.
Chávez cuando podía criticaba a Aznar, "de ahí viene el 'por qué no te callas' del Rey Juan Carlos" en la Cumbre Iberoamericana de 2007.
"En el fondo es un enfrentamiento ideológico entre dos países que tienen gobiernos muy distintos".
En los últimos meses "el Gobierno de España empezó a estar más activo en la defensa de los prisioneros políticos que existen bajo el mandato de Maduro" y Madrid "empezó una acción más dinámica en contra de estos procesos".
Los "dos presidentes alimentan" esta escalada, opina Tedesco.
"Quizá Maduro la alimenta un poco mas con su retórica mas nacionalista, porque Rajoy habla muy poco de estos temas".
El conflicto diplomático podría, sin embargo, "llegar a un punto de no retorno".
Si va a más, "cada uno de los países llamará a consultas a sus propios embajadores" y puede que todo se "quede ahí" y se cierre con un vacío diplomático "en donde las embajadas de España y de Venezuela estén sin sus embajadores".
El próximo punto de inflexión llegará con la actuación del expresidente del Gobierno español, el socialista Felipe González, declarado 'persona non grata' por el Parlamento venezolano por su decisión de asesorar al equipo de abogados que defiende a los opositores encarcelados.
Caracas acusa a los opositores de delitos de conspiración y asociación para delinquir, con el objetivo de un supuesto golpe de Estado.
"Si Felipe González decide ir a Caracas y no le dejan entrar, el conflicto subirá de tono una vez más", dice Tedesco a esta agencia.
Si González no viaja a Venezuela, el conflicto entre Madrid y Caracas "puede quedarse en estas grandes frases" y que los dos países "se queden sin embajadores y ya está".
"Es un punto de inflexión, hay que ver qué ocurre las próximas semanas", afirma la profesora.
Esta misma mañana, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró que España no quiere romper relaciones con Venezuela.
"El propósito de España no es en absoluto romper relaciones", explicó el canciller, tras anunciar ayer que Madrid ha llamado a consultas a Madrid al embajador en Venezuela, Antonio Pérez Hernández.
El Ejecutivo español tomó esta decisión después de que el Parlamento venezolano declarase 'persona non grata' a González, y tras las últimas declaraciones de Maduro, en que acusó a España de apoyar el golpismo en el país caribeño.
El canciller aseguró este jueves que desea una "estabilidad democrática, prosperidad económica y buenas relaciones" para Venezuela.