La tensión entre España y Venezuela va a seguir subiendo, dice un experto

Alfredo Serrano, coordinador para América Latina de la Fundación CEPS y profesor Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, destaca en unas declaraciones a esta agencia que "es bastante sintomático que con los problemas sociales y económicos de España, los partidos mayoritarios pretendan desviar la atención y discutir sobre lo que ocurre en otro país", como Venezuela.

"Ni estos partidos se presentan en las elecciones venezolanas ni el pueblo venezolano ha votado en los últimos 15 años ninguna política que se asemeje a las tesis ideológicas del bipartidismo" español, asegura el analista.

Las relaciones entre Madrid y Caracas han sido "conflictivas y complicadas en todo este periodo con independencia de que estuviera Chávez o no" en el poder porque "España no llega a entender que haya otro país que ha decidido hacer otro tipo de política".

Más allá de estos momentos coyunturales "en los que parece que la tensión vuelve a subir de tono", Serrano estima que "las grandes diferencias ideológicas de dos proyectos políticos y económicos distintos hacen que sea complejo el entendimiento".

El especialista reclama una "mayor predisposición" fundamentalmente "por parte del Gobierno español para aceptar y respetar las decisiones soberanas de otro país" y evitar "injerencias" en muchos temas como ha pasado durante este tiempo.

Serrano destaca el golpe de Estado de 2002 contra Chávez cuando el Gobierno conservador de José María Aznar "salió rápidamente a aplaudir y apoyar la intentona golpista". Y esto es una muestra fundamental para entender cuál es el error del Gobierno español respecto a la política soberana venezolana.

Para Serrano, la dura actitud política no se traduce, sin embargo, en las relaciones económicas ya que las grandes firmas españolas han mostrado en repetidas ocasiones su intención de seguir trabajando en Venezuela.

Si se analiza que las grandes empresas españolas invierten el doble en el exterior que en España, "se justifica que a pesar del ruido político las compañías españoles sigan apostando por Venezuela" porque "más allá de los titulares de las agencias de calificación de riesgo, de revistas como The Economist y de todos los medios dominantes en Europa, las empresas "no ven un colapso en Venezuela".

"Esto no quita que haya desafíos y problemas y temas a resolver, pero no podemos hablar de Estado, Gobierno o economía fallida, cuando hay unas tasa de desempleo en torno al 5% en comparación con 23% de España", insiste Serrano a esta agencia, sin olvidar las cifras de "desigualdad, pobreza u otros indicaciones económicos y sociales".

Respecto a la denuncia del presidente venezolano Nicolás Maduro sobre la existencia de un eje Madrid-Caracas-Miami que conspira contra el país bolivariano, el profesor Serrano cree que los acusados se lo deberían tomar más "deportivamente" ya que ellos también hablan de un "!eje del mal" que conecta Venezuela, Ecuador, Bolivia y Cuba.

De todas maneras, señala que Maduro se refiere a un "capital transnacional" que se representaría en tres grandes ejes: el estadounidense, el europeo y la América Latina más anclada a la alianza del Pacifico que defiende una visión de la economía neoliberal.

"Esa alianza económica transnacional se traduce en clave política y en clave mediática" concluye Serrano.