"Cuando el 95% de nuestros compradores potenciales viven en el extranjero (fuera de EEUU), debemos estar seguros que escribimos las reglas de la economía global y no para un país al estilo de China", declaró el presidente.
Anteriormente ambos partidos presentaron un proyecto de ley que otorgaría al presidente autoridades especiales comerciales (fast track).
Si este proyecto es aprobado, la administración de EEUU podrá firmar acuerdos comerciales que el Congreso solo podrá aceptar o declinar, sin introducción de enmiendas.
Según el presidente, este proyecto de ley permitirá a EEUU crear nuevas reglas de comercio que "evitarán los errores del pasado, aprovecharán las nuevas posibilidades y se adscribirán a nuestros valores".
Obama insinuó que firmaría solo un documento que "permitiese avanzar a los norteamericanos comunes".
La realización del acuerdo estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica es uno de los puntos principales de la agenda de comercio exterior de la administración de Obama.
Inicialmente este acuerdo fue firmado por Chile, Nueva Zelanda, Singapur y Brunéi, pero posteriormente se sumaron varias naciones del Pacífico de ambas Américas, Australia, Japón, y otros países de la región.