Este grave error estratégico se veía venir hace tiempo, cree Summers, y debería traducirse en una revisión exhaustiva del enfoque de EEUU a la economía global.
"Considerando que el tamaño de la economía china se acerca al de la economía de EEUU y que los mercados emergentes representan por lo menos la mitad de la economía global, la arquitectura económica del mundo necesita un reajuste sustancial", escribió Summers.
El exsecretario acusa tanto a la derecha como a la izquierda estadounidenses de facilitar esta situación, principalmente dificultando reformas en el Fondo Monetario Internacional y bloqueando iniciativas de financiamiento para proyectos de infraestructuras.
A falta de reformas y financiamiento que varios países habrían recibido gustosos a través de las instituciones existentes, EEUU "dejó el camino libre para que China estableciera el Banco Asiático de Inversión para Infraestructuras", sentenció el exsecretario.
Summers suguiere tres aspectos que EEUU debería considerar al adoptar una nueva estrategia que se ajuste a la realidad económica actual.
La primera es que las autoridades de ambos partidos deberían resistir la tentación de abusar su posición internacional para beneficiar los intereses estadounidenses en desmedro del resto.
"No podemos asumir que el dólar seguirá liderando el mercado internacional si somos demasiado agresivos en limitar su uso en favor a objetivos de seguridad particulares", escribió.
Además, destacó el rol que cumple la clase media y las políticas dirigidas a controlar la pobreza en mantener la competitividad económica. "Los enfoques que perjudican a las clases trabajadoras en os países industrializados y en desarrollo no funcionan a largo plazo", expresó el exsecretario.
En tercer lugar sugiere que se debe priorizar la inversión por sobre las políticas de austeridad ya que solo tienen como resultado una reducción de la demanda y un empeoramiento de las tendencias deflacionarias.