Según el diario, los directores piden 971.800 millones de rublos ($ 18 millones de dólares) para lanzar un proyecto piloto de cafeterías Comemos en Casa, que debe resultar rentable en menos de cinco años.
"El objetivo del proyecto es favorecer la sustitución de importaciones y crear una alternativa a las cadenas de restaurantes de comida rápida occidentales", declararon Konchalovski y Mijalkov.
"Se propone que los locales de la cadena sean pequeños comercios de comida preparada unidas con cafeterías", dijeron los organizadores del proyecto.
Los restaurantes Comemos en Casa, según lo previsto, colaborarán con orfanatos, colegios internados u otras organizaciones sociales.
El diario comunicó que el viceprimer ministro Arkadi Dvorkóvich abordará este jueves el proyecto con delegados de los Ministerios de Agricultura, Industria, Desarrollo Económico y con la administración de las provincias de Moscú y Kaluga.
Por su parte, la cadena occidental de comida rápida McDonald's, la más grande de las presentes en Rusia, no se muestra preocupada por el posible rival.