"Irán será el país más controlado y el más inspeccionado, si los principios acordados en Lausana se ponen en práctica", dijo Lavrov en una entrevista al director general de Rossiya Segodnya, Dmitri Kiseliov.
Señaló que hay que esforzarse para que dichos acuerdos sean lo más concreto posible.
En este contexto el canciller ruso recordó que Teherán ya mostró en varias ocasiones su disposición a cumplir sus compromisos en el marco del Tratado de No Proliferación Nuclear.
Además descartó que haya razones para afirmar que el acuerdo entre Irán y el Grupo 5+1 de mediadores internacionales provoque una carrera armamentista en Oriente Próximo.
En cambio, continuó Lavrov, los acuerdos de Suiza cierran "las salidas a una dimensión militar" del programa nuclear de Irán.
Políticamente, los iraníes asumieron el compromiso de que no va a suceder en el futuro, añadió.
Lavrov explicó el atraso en la firma de la parte política del acuerdo entre Teherán y las seis potencias por la postura de los socios occidentales, que buscaban "detallar de manera unilateral lo que ellos necesitan sin precisar lo que pidió Irán".
Respecto a las relaciones bilaterales entre Moscú y Teherán, Lavrov apuntó que "en los últimos años se ha formado una base muy firme para la cooperación".
El levantamiento de las sanciones –agregó– permitirá a Irán pagar todo lo que debe a la empresa estatal rusa de energía atómica Rosatom, "lo que significa que llegarán miles de millones al presupuesto ruso ".