En este sentido, el ministro señaló que el Gobierno "está preparado para tomar nuevas medidas en caso de que sea necesario", en alusión a drásticos recortes en el gasto público que deberán aplicarse después de que la Secretaria del Tesoro Nacional confirmase este martes un déficit primario de 7.350 millones de reales (2.311 millones de dólares) en las cuentas públicas de febrero.
En su opinión, los recortes son "una plataforma para retomar el crecimiento" y recalcó que Brasil fue unos de los únicos países que bajaron los impuestos en los últimos diez años, y que los ajustes han sido necesarios para mantener conquistas como el control de la inflación.
Para recalcar la necesidad de efectuar los ajustes, Levy citó la obra de los expresidentes Lula da Silva y Fernando Henrique Cardoso quien, según el ministro, hizo "un ajuste fiscal importante para reequilibrar y volver a dar condiciones de competitividad" al país entre 1994 y 1998.
Por último, el titular de Hacienda recordó las metas para su equipo económico en el segundo mandato de la presidenta Dilma Rousseff, como un superávit primario equivalente al 1,2% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2015, es decir, un ahorro del 66.300 millones (20.846 millones de dólares) en el sector público en los próximos meses.