"No podemos permanecer en contáineres, la población de las favelas verá a una policía bien instalada y bien equipada", aseguró al diario brasileño O Globo el secretario de Seguridad, José Mariano Beltrame, en referencia a las actuales instalaciones de UPP basadas en módulos provisionales y sin ningún tipo de blindaje.
Entre las novedades presentadas por Beltrame destacó la instalación de torres de observación blindadas en el Complexo da Maré, una área completamente plana de 16 favelas en el norte de Río de Janeiro que alberga a 140.000 personas y está considerada como la región más peligrosa de la ciudad.
En concreto, el límite fijado por el decreto de Garantía de Ley y Orden (GLO) entre el Gobierno federal y estatal establece que las tropas efectuarán su salida a partir del día 1 de mayo y hasta el 30 de junio, momento en el cual la región será controlada únicamente por las UPP.
La instalación de las torres dará un control estratégico a los miembros de las UPP sobre los movimientos en un territorio con una extensión total de 427 hectáreas, mientras que la fortificación de las instalaciones de UPP en el Complexo do Alemao y Rocinha, con blindaje a prueba de disparos 7,62 mm, servirán de protección ante los contínuos ataques de las facciones criminales en los últimos meses.
El coste estimado de la ocupación de la Fuerza de Pacificación fue estimado en torno a 521.000 dólares diarios, por lo que hasta el mes de abril el Estado de Río de Janeiro y el Gobierno federal habrían invertido unos 5.626 millones de dólares solamente en garantizar el control sobre esa zona de la ciudad.