El cabo del Ejército brasileño, Michel Augusto Mikami, de 21 años, falleció el viernes a consecuencia de un disparo en la cabeza tras un enfrentamiento con narcotraficantes en el conjunto de favelas de la Maré, en la zona norte de Río de Janeiro.
Se trata de la primera muerte de un militar desde que en 2008 se iniciase en Río de Janeiro el proceso de pacificación, es decir, la expulsión de los narcotraficantes y la implantación de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en las comunidades o favelas, palabra con la que suelen designarse coloquialmente los suburbios en Brasil.
Debido a la gravedad del incidente y el peligroso precedente que genera, el gobernador del estado de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao, emitió una nota de condolencias a la familia del joven y reafirmó su compromiso de continuar con el programa de pacificaciones a través de las UPP y el Ejército de Brasil.
"Mi solidaridad con la familia del militar que perdió la vida en defensa de la paz. Vamos a perseguir hasta el fin la pacificación de la Maré y en todas las comunidades de Río. Nada nos hará retroceder", declaró Pezao.
El conjunto de la Maré, compuesto por 15 favelas y con 130.000 habitantes, está considerado el más peligroso de la ciudad de Río de Janeiro debido a la presencia de dos de las facciones más poderosas del narcotráfico, Comando Vermelho y Terceiro Comando Puro, que hicieron de la zona su campo de batalla lo que obligó a recurrir a 2.700 soldados de las Fuerzas Armadas brasileñas para su pacificación.
El ataque de los narcotraficantes tuvo tanta potencia que incluso uno de los vehículos blindados del Ejército utilizado en la región cayó en un canal en medio de la lluvia de disparos, la mayoría de los fusiles de asalto del calibre 7.62 utilizados por las facciones.
Desde su ocupación, el 5 de abril de 2014, los 2.700 soldados permanecen patrullando día y noche la región habiendo efectuado un total de 400 detenciones, además de diversas operaciones antidroga y para la recuperación de vehículos robados y armamento pesado.
Este último incidente en el programa de pacificaciones resulta especialmente grave debido a que las favelas de la Maré se extienden a lo largo de la carretera que conecta el centro de la ciudad con el aeropuerto internacional Tom Jobim, una vía de comunicación vital durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
