Los islamistas radicales controlan ya dos provincias sirias, Idlib y Raqqa, bastión del Estado Islámico (EI) y zona atacada por la coalición internacional contra el EI liderada por EEUU.
No obstante, los grupos islamistas que han tomado Idlib —el Frente al Nusra, el movimiento Ahrar al Sham y Jund al Aqsa— son rivales del EI.
Los medios de comunicación estatales han informado de que los combates continuaban en la zona y de que el Ejército sirio había logrado detener los avances de los insurgentes en los lados norte, este y sur de la ciudad.
Grupos que han participado en la ofensiva para apoderarse de la ciudad han publicado vídeos en Internet que muestran a sus combatientes por las calles de Idlib.
En algunas de las grabaciones se oyen voces que dicen que se encuentran en el centro de la ciudad.
Idlib, una ciudad cuya población ha crecido por los miles de desplazados de otras partes de Siria que se han refugiado allí, está cerca de la carretera estratégica que une Damasco y Alepo y la provincia costera de Latakia, bastión del presidente sirio, Bashar al Asad.
"Han entrado en la ciudad desde varios lados, pero el mayor impulso lo han tomado por el norte y el oeste", ha dicho Rami Abdelrahman, director del OSDH.
La alianza islamista ha llamado a su operación Ejército de Al Fatah en referencia a las conquistas que extendieron el Islam en todo Oriente Medio desde el siglo VII.
La guerra en Siria se ha cobrado la vida de más de 220.000 personas y ha provocado la huida de sus hogares de millones de personas que se han desplazado dentro del país o se han refugiado en estados vecinos.