Darío Vivas, parlamentario de la Asamblea Nacional, de la que fue vicepresidente hasta enero, denunció en rueda de prensa que González "y algunos sectores de la política española pidan impunidad" para López y Ledezma.
"¿Cómo se pretende que se suelte a un corrupto, fascista, represivo como Antonio Ledezma?", se preguntó Vivas.
Sobre la intención de González de visitar a los presos en la prisión de Rama Verde, cercana a Caracas, el diputado aseguró: "No tenemos ningún inconveniente. Lo que no vamos a aceptar es que se estimule la impunidad en nombre de los derechos humanos. Ahí hay un juicio, se les lleva las veces que el tribunal los convoca. No queremos un suprajuez, y creemos que Felipe González quiere ser eso", agregó.
Vivas argumentó que la decisión del dirigente español se debe a su amistad con el expresidente venezolano Carlos Andrés Pérez, "padrino de adopción" del alcalde de Caracas.
"Ledezma tiene un historial terrorista, fascista y represivo. Su padrino salió por corrupto. Es pública y notoria su relación con Felipe González" señaló Vivas, junto a otros tres diputados venezolanos que se encuentran en una escala técnica en Madrid camino de Vietnam.
El diputado chavista recordó que González hizo "negocios" con Pérez, jefe de Estado venezolano en los años 70 y 80, destituido por malversación en 1993.
Por su parte, la diputada Gladys Requena recordó que durante el mandado de González (1982-1996) hubo "terrorismo de Estado" en España.
"Felipe González no tiene moral, es un comerciante, un lobbista de las multinacionales", aseguraron los parlamentarios venezolanos, que también criticaron que el Congreso español debata hoy una resolución presentada por los conservadores del Partido Popular de condena de las detenciones de los opositores.
En unas declaraciones esta mañana en la Cadena Ser, Felipe González defendió su decisión de acudir en ayuda de los opositores encarcelados.
En Venezuela "se vota" y "votar no culmina la definición como democrático o no de un país", por lo que se mostró preocupado porque "no se cumplan las normas establecidas por las propias autoridades".
Sin embargo, los foros latinoamericanos como Alba, Celac y Unasur respaldan a Venezuela y han condenado las recientes sanciones norteamericanas, así como las "injerencias" en la política de Nicolás Maduro.