"A partir de la semana que viene pasaremos de la fase activa de la ofensiva a operaciones de contención", dijo el general citado por el portal de internet GMA News.
Ante esta nueva etapa se plantea el objetivo de garantizar la posibilidad de regresar a sus hogares a los lugareños que se vieron obligados a huir debido a las hostilidades.
Anteriormente, el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Babar Baloch, informó que más de 120.000 filipinas abandonaron sus viviendas a raíz de la ofensiva del Ejército contra las posiciones del BIFF apoyada por la artillería y la aviación.
En Filipinas predomina la población cristiana, pero en su parte sur, con la mayoría musulmana, actúan numerosos grupos extremistas, la confrontación entre el mayor de ellos, el Frente Moro de Liberación Islámica (MILF) dura desde hace 40 años y se cobró más de 150.000 vidas.
El MILF y las autoridades del país firmaron en 2012 un acuerdo de paz que proclama la renuncia del Frente a sus intentos de separar la isla de Mindanao de Filipinas, pero el BIFF, que antes formó parte del MILF, se manifestó en contra de tal plan y comete atentados con regularidad.