La resolución, propuesta por EEUU, contó con el apoyo de 14 miembros y la abstención de Venezuela.
El texto veta la utilización de todo tipo de armas químicas, incluido el cloro, en Siria y en el caso del incumplimiento prevé una serie de medidas coercitivas, desde sanciones hasta una operación militar, según el Capítulo 7 de la Carta de la ONU.
El embajador de Rusia ante el organismo, Vitali Churkin, insistió en que solo los dirigentes de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) tienen derecho de constatar posibles violaciones de la Convención correspondiente y la resolución 2118, apoyada por el Consejo en septiembre pasado.
"Rechazamos rotundamente los intentos de plantear sin argumentos la introducción de sanciones según el Capítulo 7", dijo Churkin.
Mientras en Siria continúa la destrucción del arsenal químico iniciada gracias al acuerdo ruso-estadounidense del 14 de septiembre de 2013.
Se estima que finalice para septiembre de este año, según señaló anteriormente el jefe de la OPAQ, Ahmet Uzumcu.
A finales de octubre pasado la OPAQ informó de la eliminación del 97,8% de las sustancias tóxicas evacuadas desde Siria.