Ambas partes de las negociaciones en Siria "han decidido por el momento no comunicarse con los medios de información", según reveló una fuente local, por lo que se desconocen los detalles del encuentro.
A finales de febrero De Mistura anunció que Damasco está dispuesta a revelar la fecha del inicio de una tregua de seis semanas de todas las operaciones aéreas cerca de la ciudad de Alepo.
Sin embargo, el pasado 1 de marzo el Comité de las Fuerzas Revolucionarias de Alepo, creado especialmente por los grupos insurgentes para las negociaciones con el emisario de la ONU, declaró que renunciaba a sostener un encuentro con De Mistura.
Dichos representantes de la oposición armada exigieron la dimisión obligatoria del presidente de Siria, Bashar Asad, y propusieron debatir el cese de los enfrentamientos en todo el país y no solo en una ciudad determinada.
Tras una reunión cerrada sostenida por el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado 30 de octubre De Mistura propuso crear "zonas congeladas" donde reine una tregua, en particular en Alepo, para poder abastecer a la población de los territorios de ayuda humanitaria y luego extender esa práctica a otras ciudades.
En noviembre del año pasado el emisario de la ONU debatió la propuesta con el presidente de Siria, Bashar Asad, quien aseguró que ese plan es digno "de un estudio profundo".
De Mistura considera que la tregua en Alepo podría dar inicio a una solución pacífica del conflicto Sirio, que existe desde marzo de 2011.
Las tropas gubernamentales sirias se enfrentan con varios grupos extremistas sobre todo en Alepo donde algunos barrios están en manos de los grupos insurgentes mientras otros se encuentran bajo el control del Ejército.
Los combates han causado más de 200.000 muertos, más de 12 millones de personas necesitan ayuda humanitaria y casi 4 millones de sirios buscan cobijo en calidad de refugiados, además de los más de 7 millones que pasaron a la categoría de desplazados internos, según datos de la ONU.