A su juicio, la incomodidad no proviene del reconocimiento de que se cometieron errores sino de "sentir miedo por su propia seguridad tras lo ocurrido hace poco en París", donde un ataque terrorista contra la redacción del semanario Charlie Hebdo causó 12 muertos y 11 heridas.
"Desde el comienzo mismo de la crisis siria, Damasco advertía que tal actitud política hacia Siria podría tener consecuencias semejantes", dijo Al Zubi. También aseveró que los dirigentes de su país intentan llamar la atención sobre el peligro que representa el grupo Estado Islámico (EI) y "ganar el apoyo general al Estado sirio".
La expansión del Estado Islámico, que se extendió a Irak y Siria, se convirtió en uno de los problemas clave del año 2014. El grupo que cuenta con unos 30.000 miembros, según datos de la CIA, proclamó un "califato" en los territorios bajo su control e intenta extender aún más su dominio.
De momento no existe un frente único de lucha contra el EI. Actualmente la libran una coalición internacional, las tropas gubernamentales de Siria e Irak y también los kurdos de estos dos países. A raíz de las hostilidades, miles de civiles murieron, otros tantos fueron tomados como rehenes y centenares de miles se convirtieron en refugiados.